Uno de los rasgos emocionales más destructivos que existe es la dependencia emocional. La persona afectada desarrolla un problema de adicción hacia su cónyuge, pareja amigo o familiar. Cuando eres emocionalmente dependiente, pierdes toda autoestima, ese tesoro que cada uno lleva dentro y que hace únicos a las personas.
Puedes ser dependiente, desde el mismo momento en que estás en el vientre de tu madre hasta cuando exploras por primera vez mundos desconocidos. Necesitas que otros hagan cosas por ti o, al menos, que te den alguna orientación para aprender cómo hacerlo. También los necesitas porque eres un ser social y, sobre todo, emocional.
Síntomas de la dependencia emocional
Cuando amas apasionadamente al otro, sin límites, significa que solo puedes realizarte en pareja con un sentimiento de sufrimiento debido a una dependencia emocional fuerte. Un sentimiento extremo que constituirá el equilibrio de tu pareja si la relación es percibida de la misma manera por ambos, pero será un infierno si solo tú te inclinas por ese sentimiento que excede la medida. Así, a la menor indiferencia de tu pareja, el menor reproche lo puedes percibir como un fuerte sentimiento de culpa o abandono.
Como resultado, tú dependencia emocional arrojará que eres una persona con baja autoestima. Estarás convencido de que a la persona que tienes no le gustas e inconscientemente querrás buscar las razones y deducirás que eres la causa de esa falta de amor.
Al pensar que simplemente no mereces vivir una relación digna de ese nombre, te cerrarás gradualmente, perderás toda estima y dejarás de preocuparte por tu propio desarrollo personal. La dependencia emocional es, por lo tanto, un sufrimiento hacia el otro, pero también hacia ti mismo.
El temor de perder al ser querido a menudo resulta en la persona que sufre de dependencia emocional por celos excesivos. Siempre con temor al abandono, siempre querrás controlar el menor movimiento del otro para asegurarte de no ser efectivamente traicionado. Esto da lugar a comportamientos generalizados, reacciones excesivas, escenas injustificadas de escándalo que, por supuesto, pueden provocar la realización de lo que temes: una ruptura, un abandono.
Debido a que estás constantemente con temor de ser rechazado y abandonado, no tendrás paz mental contigo mismo. Comenzarás a sentir una ansiedad permanente, un estrés del que ni siquiera serás necesariamente consciente y del que no podrás deshacerte. Reaccionarás de forma exagerada ante eventos triviales, dando lugar a un malestar constante que también puede reflejarse en el plano físico: temblores, agotamiento, dificultades de concentración.
¿Como superar la dependencia emocional?
Quererse a sí mismo: Autoestima
La baja autoestima es el factor principal que a menudo subyace en la dependencia emocional. Normalmente está relacionada con personas que nunca han tenido suficiente autoestima o que la han perdido durante su vida.
Por lo tanto, la clave para que superes la dependencia emocional es que recuperes la autoestima, que no es otra cosa que quererse así mismo. En primer lugar, es necesario que te convenzas que vales mucho y que la aceptación social es un aspecto importante pero no fundamental. Cada persona puede tener sus propios criterios de juicio y gustos personales, y estos no siempre deben satisfacer a todos.
Un ejercicio excelente para que superes la dependencia es recordar los momentos en que te sentiste realmente bien contigo mismo. Recuerda cada detalle vivido y, sobre todo, las sensaciones positivas que experimentaste. De esta manera, activarás emociones y sentimientos que posiblemente pensaste que estaban perdidos, pero que todavía están ocultos en algún lugar.
Aprende a distinguir entre necesidad y deseo
Finalmente, otro detalle importante para superar la dependencia, es que aprendas a distinguir entre «necesidad» y «deseo». Normalmente, en la mente de la persona que tiene una dependencia emocional, estos conceptos se entrelazan como si fueran uno. Por ejemplo, cuando tienes hambre, no necesariamente tientes que satisfacerla con un postre o una hamburguesa, sino que también puedes hacerlo con un alimento más saludable y natural como una ensalada. En realidad quieres la hamburguesa o el postre, pero no la «necesitas».
Algo similar sucede en el amor, este hecho no debe basarse en la necesidad patológica sino en un compromiso consciente.