Aceptar el fin de una relación siempre es difícil. Una separación o un divorcio son eventos dolorosos en la vida de cualquier persona. A menudo, se vuelve complicado pasar la página y comenzar una nueva vida feliz, sin remordimientos. Saber cómo enfrentar un divorcio es importante para volver a la vida normal, en lugar de prolongar el sufrimiento que podría arruinar solo el presente sino también el futuro.
Estrategias para superar el divorcio o la separación
¿Cómo afrontar una separación? Para superar y enfrentar una separación o un divorcio de la manera correcta, es importante implementar una serie de estrategias que te ayudarán a llenar el vacío dejado por el ser querido. Se trata de una operación necesaria si no quieres que el evento y la memoria te impidan iniciar una nueva vida.
Aceptar la realidad
Lo primero es aceptar la realidad. Especialmente en la fase inicial de la ruptura, es importante desahogarse y llorar, pues eso le va bien tanto a la mente como a la salud. Admitir tu sufrimiento y las debilidades te permitirán sentir mejor. Aceptar el dolor te protegerá y ayudará a tener la claridad adecuada para tomar las decisiones correctas. Tómate el tiempo necesario para reflexionar sobre la relación y evaluar objetivamente lo que no funcionó, centrándote en las motivaciones que llevaron a la separación.
Interrumpir todo tipo de relación con la pareja
También es muy importante que interrumpas cualquier relación con tu expareja, a menos que tengas que mantenerte en contacto debido a los hijos. En cualquier caso, será necesario que evites el establecimiento de una relación amistosa con tu ex, especialmente al principio. Mejor separarse y tal vez con el tiempo podrás relacionarte cuando haya ocurrido la aceptación completa de lo sucedido.
Cuidado personal
Mantener el buen cuidado de ti mismo es fundamental. Procura vestir bien, cuida la apariencia y la alimentación y haz cosas buenas para ti mismo. El deporte y el ejercicio te harán liberar las tensiones y ayudarán a estar en forma. Todo esto aumentará tu estado de bienestar psico-físico generando sentimientos positivos que te harán sentir bien.
Desecha todo lo que no es necesario
Desecha todo lo que no sea necesario y, especialmente los objetos que conciernen a la relación. Mantén la casa y las habitaciones limpias y ordenadas. Todo esto te permite redescubrir tus espacios y también a crear otros nuevos. Por lo tanto, reanuda el contacto contigo mismo y con una nueva dimensión.
Hacer cosas nuevas y agradables
Salir con amigos te ayudará a estar de buen humor y fomenta el conocimiento de nuevas personas.
Toma un viaje, deja por un tiempo los lugares donde algunos recuerdos aún permanezcan presentes. Esta puede ser una forma muy efectiva de superar la separación y poner una piedra en el pasado. Te ayudará a ver las cosas desde una perspectiva diferente, cambiando así el tamaño del dolor.
Dedícate a cosas nuevas, como una actividad que siempre te haya gustado, pero que nunca comenzaste. Es una forma de dar rienda suelta a las pasiones al revelar partes de ti que ni siquiera sabías y una excelente manera de aumentar la autoestima y recuperar la confianza en ti mismo.
Familia reconstituida
En general, la característica básica de la familia reconstituida, después de un divorcio, es tener fronteras más ambiguas e inciertas que las conyugales, tanto en términos biológicos como legales. La ambigüedad de los límites de las familias reconstituidas depende del grado de su complejidad estructural, es decir, del historial conyugal de miembros de la nueva pareja.
Cuando ambos tienen al menos un matrimonio y un divorcio y traen con ellos al menos un hijo, la nueva familia que crean es estructuralmente muy compleja. Por otro lado, porcentualmente son pocos los casos, en los que alguno de los dos adultos ha estado casado sin haber tenido hijos.
Las familias reconstituidas viven la crisis de quienes, con diferentes historias y diferentes formas de abordar los problemas, deben encontrar una adaptación para enfrentar nuevas situaciones juntos. Sobre todo los hijos, que forman con síntomas más dispares la dificultad de aceptar el nuevo equilibrio que se crea después de la separación de los padres.
Depresión
Ocurrido el divorcio, vienen los primeros sentimientos: ira, negación, desesperación… hasta que un fondo depresivo se hace cargo, de que los sentimientos de tristeza, de melancolía, de un fondo depresivo leve son comunes después de una relación rota. De hecho, la llegada de tales sentimientos coincide con el reconocimiento de que la relación ha terminado, mientras que la ira forma parte del vínculo aún existente.
Los sentimientos mencionados en algunos casos pueden hundirte en una depresión real. En estos casos, la experiencia psicológica de la separación se alía con las características personales de un fondo depresivo preexistente debido a la misma relación que terminó. Los especialistas estiman que el tiempo para superar la ruptura cuesta entre 18 meses y 3 años.
Cuando tienes miedo de perder a la otra parte, ya vives un poco la pérdida, separación o abandono y, por lo tanto, ya puedes manifestar sentimientos depresivos. Pero de igual modo, cuando tiene lugar la separación real, también aparece la depresión real.
¿Cómo salir de la depresión?
Aceptar: Acepta que los sentimientos de tristeza, melancolía y un ligero velo de depresión son parte de ese proceso de luto que acompaña a una separación. Negarlos solo puede llevarte más a la depresión.
Vive la depresión: da espacio a los sentimientos depresivos en una primera fase. Debes entender que llorar, sentirse deprimido, desesperarse o aislarse en sí mismo para luego encontrar espacio son aspectos completamente naturales en un proceso de superación de la separación.
Busca ayuda: Si la fase depresiva se prolonga o es demasiado intensa, solicita ayuda familiar o busca un especialista. Recuerda, los medicamentos siempre deben ser el último recurso.